Cuando apenas tenia 14 años, un día mi madre me llevo de compras a una tienda que estaba en la calle Jorge Juan, allí descubrí un mundo nuevo para mi.Era un paraíso, aquel lugar no tenia desperdicio, podía haberme quedado a vivir allí eternamente. Había todo lo que no podía imaginarme jamas, un mundo de fantasía para niñas adultas y para adultas niñas. Comprendí que a mi madre le gustase tanto.
Pasee por aquellos pasillos descubriendo casitas de muñecas, juegos de porcelana de juguete, miniaturas echas a mano de muebles, cunitas vestidas para bebes de carton piedra, ropa de lencería cosida a mano llena de vainicas y puntillas, cuadritos de punto de cruz con motivos infantiles de los años 20, cuentos con laminas indescriptibles por sus colores y sus dibujos, en fin una locura.
Pero... por fin llegue a la zona de mis sueños posteriores, por primera vez, descubrí "UNA COSA" parecida a una tela pero mas gruesa, formada de muchos trocitos de telas distintos que formaban dibujos entre si, uniéndose delicadamente en una sinfonía de colores perfectos, en ese preciso momento, me enamore...
Sin mas referencia que esa y hablo del año 1975, donde nada se sabia apenas del patchwork, comencé a recortar retales y telas que encontré por mi casa, también he de decir que tuve la única ventaja de que mi madre había sido modista y guardaba muchos restos de vestidos, pero vamos, alguna camisa de mi padre si que paso a mejor uso...
Pasee por aquellos pasillos descubriendo casitas de muñecas, juegos de porcelana de juguete, miniaturas echas a mano de muebles, cunitas vestidas para bebes de carton piedra, ropa de lencería cosida a mano llena de vainicas y puntillas, cuadritos de punto de cruz con motivos infantiles de los años 20, cuentos con laminas indescriptibles por sus colores y sus dibujos, en fin una locura.
Pero... por fin llegue a la zona de mis sueños posteriores, por primera vez, descubrí "UNA COSA" parecida a una tela pero mas gruesa, formada de muchos trocitos de telas distintos que formaban dibujos entre si, uniéndose delicadamente en una sinfonía de colores perfectos, en ese preciso momento, me enamore...
Sin mas referencia que esa y hablo del año 1975, donde nada se sabia apenas del patchwork, comencé a recortar retales y telas que encontré por mi casa, también he de decir que tuve la única ventaja de que mi madre había sido modista y guardaba muchos restos de vestidos, pero vamos, alguna camisa de mi padre si que paso a mejor uso...
